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martes, 28 de junio de 2011

Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

Bueno, como vosotros leeis bastante mas que yo, supongo que ya habreis visto esto alguna vez. Pero bueno, es algo que nunca esta de mas recalcar.



El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios



1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.

“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.


2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.


3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.


4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.



5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad


La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.



6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión


Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…


7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.


8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…


9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!


10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

martes, 17 de mayo de 2011

Hoy

Hoy escribo, estoy nervioso
"algo no marcha bien!"
me repite mi cabeza.
Y todo marcha... a secas.
No se a donde mirar,
ni como aparentar ke escribo pero no te escribo.
Tal ve se me gastó mi magia universal?
Tal vez se refugió en lo mas hondo de mi ser?
No lo se, pero me siento ebrio y cansado
y los cuentos de pan y pimiento me parecen una tonteria.
Kizas deberia reflexionar,
kizas deberia ser como tu y dejarme llevar,
pero me parecen tan oscuras todas tus intenciones
ke no me kedan mas cojones ke jugarmelo a la loteria.
Ey tia, crees ke de mi nadie se fia?
Si pienso en sexo al levantarme cada dia.
Weno, y ke?
Preguntale a mis cucos muchachos
si algun pistacho borracho
no preguntó por mi algun dia.
Ke no kedan lagrimas para llorar,
solo para apagar los fuegos de verdad, muñeca.
Ke no hago versos para despertar
tu instinto animal, solo pa vacilar, te enteras?
Trago largo,
trago corto,
trago largo,
trago corto.
Mueve tu cerveza al compas,
y veras, como se para el tiempo.
Gira tu cabeza al pasar,
por detras, de tus sufrimientos.
Camina por la linea y si kieres, para, pero no hagas caso de la policia.
Ke ya no se como romper este caparazon de deseos, ke arden, entre tus tetas de musa....



...para esta poesia.

martes, 29 de marzo de 2011

Caja de cartón

PAYASO TRISTE, TE VEO CAPAZ DE REIRTE,


caerán las carnes atraídas por la tierra

ASÍ, HAZ DE LUZ TU MATERIA

lo inevitable es que te entienda

PAYASO, HAZ POR REIRTE,

QUE TIENES MUCHO POR DELANTE

y hay cosas que son irreversibles.

lunes, 14 de febrero de 2011

pp. 313

La evolución creadora. Libro de Henri Bergson. (yo no lo he leido)
Hay momentos en los que tienes que romper con tus amigos para entender el significados de la amistad. Puede paracer extraño, pero el descubrimiento de este libro equivalió al descubrimiento de un arma, un instrumento con el que podía cercenar a todos los amigos que me rodeaban y que ya no significaban nada para mí. Este libro se convirtió en mi amigo, porque me enseñó que no tenía necesidad de amigos. Me infundió valor para permanecer solo y me permitió apreciar la soledad. Nunca he entendido ese libro; a veces pensaba que estaba a punto de entender, pero nunca lo logré de verdad. Para mí era más importante no entender. Con ese libro en las manos, leyendo en voz alta a mis amigos, llegué a entender claramente que no tenía amigos, que estaba solo en el mundo. Porque, al no entender el significado de las palabras -ni yo ni mis amigos-, una cosa quedó muy clara y fue que había formas diferentes de no entender y que la diferencia entre la incomprensión de un individuo y la de otro creaba un mundo de tierra firme más sólido incluso que las diferencias de comprensión. Todo lo que antes creía haber entendido se desmoronó e hice borrón y cuenta nueva. En cambio, mis amigos se atrincheraron más sólidamente en el pequeño pozo de comprensión que se habían cavado para sí mismo. Murieron cómodamente en su camita de comprensión para convertirse en ciudadanos útiles del mundo. Los compadecí y muy pronto los abandoné uno a uno, sin el menos pesar.

martes, 21 de diciembre de 2010

La imaginacion contra el poder

Hace ya tiempo ke comenzamos nuestra pekeña revolucion: un puñado de chavales, armados de ideas hasta los dientes, luchando contra el aparato politico por un sistema educativo mas justo.
Fueron unos meses maravillosos, en los ke sentimos ke realmente estabamos ayudando a algo y defendiendo akello en lo ke creiamos.
Y realmente fuimos utiles, conseguimos mostrar los hechos a muchas personas ke vivian ajenas a ese abuso de poder; y logramos ke la voz de los estudiantes, de los jovenes, del futuro, hiciera parecer ke esta ciudad muerta estaba viva.
Pero una vez mas el poder gano, y nuestra pekeña revolucion llego a su fin. Y nuestra ciudad volvio a ser una ciudad muerta donde los jovenes no se interesaban por nada, no luchaban por nada... no les importaba nada.

Pero ahora surgen nuevas amenazas, amenazas contra la libertad de expresion, creacion y difusion; contra el libre acceso al conocimiento ke es un derecho de todos. Si señores, aunke parezca increible en los tiempos ke corren kieren prender fuego a las bibliotecas, a las bibliotecas virtuales, para ke por cualkier atisbo artistico tengamos ke pagar un alto precio. Sin duda esta sera la nueva revolucion del siglo XXI...

El Consejo de Ministros pretende implantar una ley, la ley Sinde, ke no solo criminaliza las paginas de enlaces donde todo el mundo puede acceder a series, peliculas, libros, etc libremente, si no ke tambien permite cerrar paginas con contenido "no deseable", como pudieran ser paginas de contrapropaganda o ideas politicas ke no sean del agrado de los cuatro chupatintas de turno. Para colmo, los encargados de decidir ke contenido es o no "deseable" ya no seran los jueces (que en estos casos siempre habian dado la razon a las webs), si no una comision compuesta por miembros de la misma industria ke saca tajada con esta ley, "desinteresados", por supuesto. Esta ley, ke viene impuesta por presiones de EEUU, demuestra la ineptitud de nuestro gobierno, y su unico fin es convertir internet en un canal de tele mas, donde solo podamos ver la informacion ke ellos kieran ke veamos, para hacermnos mas sumisos, mas controlables... menos personas.

Si nos limitan el acceso a la cultura y a la libre difusion de ideas, perdemos todos, y nos convertimos cada vez mas y sin darnos cuenta en marionetas del poder. Al mismo tiempo, nos limitan el arte y lo convierten en un negocio, sacando tajada y poniendo precio a lo ke es patrimonio de todos.

Nosotros, los jovenes, ke hemos conocido esta ventana cultural de valor incalculable ke es internet, no debemos permitir ke esto pase.

Gritemos bien alto ke no keremos ese mundo ke nos proponen!!!

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=XabPTsH1SZQ

jueves, 19 de agosto de 2010

DESDE DENTRO DEL COÑAMEN, A MI EL MUNDO ME DA IGUAL.

(cuelgo otro otro cachito del libro porque aquí el espacio no ocupa)
(y, como comentario, decir, que es brutal como alguien puede estar yendo en una dirección y encontrarse con estas cosas, es como un pepito grillo diciendome malignamente al odio, tirate al pozo triste muñecho de madera. ¡tirate al pozo!¡que ya alguien echará alguna moneda! )
(que continue siempre esta manera y que lleguemos a ser nosotros mismos)

Sexus – Henry Miller
pp.166
Había otra cosa en la que no creía en absoluto: el trabajo. El trabajo, me parecía aún en el umbral de la vida, es una actividad reservada para los estúpidos. Es lo opuesto mismo de la creación, que es juego, y que precisamente por no tener otra raison d'etre que sí misma es el supremo poder motivador en la vida. ¿Ha dicho alguien alguna vez que Dios creó el universo para proporcionarse el trabajo a Sí mismo? Por una cadena de circunstancias que no tenían nada que ver con la razón ni con inteligencia, me había vuelto como los demás: un esclavo del trabajo. Tenía la triste excusa de que con mis esfuerzos estaba manteniendo a una mujer y a una hija. Sabía que era una excusa floja, porque, si me cayera muerto, el día siguiente, seguirían viviendo de un modo u otro. Suspenderlo todo, y jugar a ser yo mismo ¿por qué no? La parte de mí que estaba entregada al trabajo, que permitía a mi mujer y a mi hija vivir del modo que irreflexivamente pedían, esa parte de mí que mantenía la rueda girando -¡idea completamente fatua y egocéntrica!- era la parte inferior de mí. No daba nada al mundo desempeñando la función de sostén de la familia; el mundo me exigía su tributo y nada más.
El mundo no empezaría a recibir de mí algo de valor hasta que no dejara de ser un miembro serio de la sociedad y no me convirtiese en... mí mismo. El estado, la nación, las naciones unidas del mundo, no eran sino un gran conjunto de individuos que repetían lo errores de sus antepasados. Estaban cogidos en la rueda desde el nacimiento y seguían girando con ella hasta la muerte... e intentaban ennoblecer esa rutina llamándola “vida”. Si pedías a alguien que explicara o definiese la vida, su finalidad, recibías por respuesta una mirada vacía. La vida era algo de que se ocupaban los filósofos en libros que nadie leía. Los que se encontraban en lo más reñido de la refriega de la vida, los “jamelgos aparejados”, no tenían tiempo para esas cuestiones vanas. “Hay que comer, ¿no?” Esa pregunta, que se consideraba un expediente momentáneo, y que quienes sabían habían contestado, ya que no con una negativa absoluta, por lo menos con una negativa inquietantemente relativa, era una clave para todasa las demás preguntas que seguían en sucesión euclideana. Por las pocas lecturas que había hecho yo, había observado que los hombres que estaban más en la vida, que estaban moldeando la vida, que eran la vida misma, comían poco, dormían poco, poseían poco o nada. No se hacían falsas ilusiones sobre el deber, o la perpetuación de los parientes, ola preservación del Estado. Les interesaba la verdad y sólo la verdad. Sólo reconocían un tipo de actividad: la creación. Nadie podía exigirles servicios, porque por su propia voluntad se habían empeñado en darlo todo. Daban gratuitamente, porque ése es el único modo de dar. Ésa era la forma de vida que me atraía: tenía profundo sentido. Era la vida... no el simulacro que adoraban quienes me rodeaban.
Yo había entendido todo esto... con la mente justo al salir de la adolescencia. Pero había que pasar por una gran comedia de la vida antes de que esa visión de la realidad pudiera llegar a ser la fuerza motivadora. El tremendo hambre hambre de vida que los demás sentían en mí actuaba como un imán; atraía a quienes necesitaban mi tipo particular de hambre. El hambre aumentaba mil veces. Era como si los que se pegaban a mí (como empastes de hierro) quedaran sesibilizados y atrajesen a otros, a su vez. La sensación, al madurar, se concierte en experiencia y la experiencia engendra experiencia.

lunes, 9 de agosto de 2010

CONFUSIÓN ESPACIO-TEMPORAL/POLITICA-SENTIMENTAL

Si estás a mi lado
no me pidas explicaciones
no se que he comido hoy
no me preguntes porque no me cuido.
No porto en mi corazón
los deseos no cumplidos
de todos los miserables del mundo.
Si estás a mi lado
aprietame fuerte
solo necesito saber que
estás ahí, que no estoy solo
no necesito que me escuches
tampoco quiero escucharte
me basta con saber que estás ahí
que no quieres acabar conmigo
que te da igual si he comido
si me drogo o que he andado haciendo.
Siempre puedes irte
no intentaré retenerte
pero mientras estés a mi lado
abrazame fuerte

domingo, 8 de agosto de 2010

Fragmento de Sexus (Henry Miller)

(este tipo es de los poco autores que me hacen vibrar, que me zarandean, me obliga a replantearme, cuelgo este fragmento porque me gustó mucho, contiene varias ideas interesantes, que, podría analizar, separar, disgregar para acotar, solo un poquito algunas de las ideas que se plantean y como se contradicen dentro de mis ochenta kilos de altura)

(Utilizo "//" para señalizar donde empienzan y acaban de decir algo, queria utilizar otra cosa pero me daba un error de http, o como sea eso)

Se detuvo lo suficiente para encender otro puro, y después prosiguió.
//Me gustaría decir otra cosa más. Ahora ya sé a qué venía eso. Es lo siguiente: compadezco al tipo que haya nacido escritor. Por eso es por lo que tomo tanto el pelo a este andoba; intento desanimarlo porque sé lo que le espera. Si de verdad vale algo, está apañado. Un pintor puede producir media docena de cuadros en un año... según me han dicho. Pero un escritor... pero bueno, si a veces tarda diez años en escribir un libro y, como digo, si es bueno, tarda otros diez años en encontrar editor, y después de eso tienen que pasar por lo menos de quince a veinte años antes de que sea reconocido por el público. Es casi una vida... para un libro, tú fíjate. ¿Cómo va a vivir mientras tanto? Bueno, suele vivir como un perro. A su lado un mendigo lleva vida de príncipe. Nadie emprendería esa carrera, si supiese lo que lo espera. Para mí, es un disparate de pies a cabeza. Te digo rotundamente que no vale la pena. El arte no es algo que deba producirse así. Lo que pasa es que en la actualidad el arte es un lujo. Yo podría salir adelante sin leer nunca un libro ni mirar un cuadro. Tenemos muchas otras cosas: no necesitamos libros ni cuadros. La música, si... la música siempre la necesitaremos. No necesariamente buena música..., pero música. En cualquier caso, ya nadie escribe buena música... Tal como yo lo veo, el mundo se está echando a perder. No se necesita demasiada inteligencia para salir adelante, tal como están las cosas. De hecho, cuanto menos inteligente eres, mejor posición tienes. Todo está organizado de tal modo, que te sirven las cosas en bandeja. Lo único que necesitas es saber hace una sola cosita medianamente bien; te afilias a un sindicato, haces el menor trabajo posible, y, cuando te jubilas, te pasan una pensión. Si tuvieras alguna inclinación estética, no podrías pasar por la estúpida rutina año tras año. El arte te vuelve inquieto, insatisfecho. Nuestro sistema industrial no puede permitir que eso ocurra: así, que te ofrecen pequeños sucedáneos tranquilizantes para hacerte olvidar que eres un ser humano. Pronto no habrá arte en absoluto, te lo aseguro. Habrá que pagar a la gente para que vaya a un museo o para que escuché un concierto. No digo que vaya a seguir así para siempre. No, justo cuando lo tengan todo afianzado, cuando todo vaya como la seda, cuando ya nadie proteste, cuando nade esté inquieto ni insatisfecho, se vendrá abajo. El hombre no está destinado a ser una máquina. Lo curioso de todos esos sistema utópicos de gobierno es que siempre están prometiendo liberar al hombre..., pero primero le hacen funcionar como un reloj con cuerda para ocho días. Piden al individuo que se convierta en un esclavo para establecer la libertad para la humanidad. Es una lógica extraña. No digo que el sistema actual sea el mejor. En realidad, sería difícil imaginar algo peor que lo que tenemos ahora. Pero sé que no va a mejorarse abandonando los poco derechos que ahora tenemos. No creo que necesitemos más derechos: lo que creo que necesitamos es ideas más amplias. Joder, cuando veo lo que los abogados y los jueces intentan preservar, me dan ganas de vomitar. La ley no tiene la menos relación con las necesidades humanas; es una estafa perpetrada por un sindicato de parásitos. Coge simplemente un libro de derecho y lee un pasaje cualquiera en voz alta. Si estás en tu sano juicio, parece demencial. Y es demencial, por Dios, ¡Si lo sabré yo! Pero, joder, si empiezo a impugnar la ley, tengo que impugnar también otras cosas. Me volvería chiflado, si mirara las cosas con ojos lúcidos. No puedes hacerlo... si no quieres perder el paso. Tienes que mirar de reojo, mientras avanzas; tienes que fingir que tiene sentido; tienes que hacer suponer a la gente que sabes lo que estás haciendo. Pero ¡nadie sabe lo que está haciendo! No nos levantamos por la mañana y pensamos lo que nos traemos entre manos. ¡No, padre! Nos levantamos en medio de una niebla y nos movemos torpemente por un túnel oscuro y con resaca. Aceptamos el juego. Sabemos que es un fraude asqueroso y repugnante, pero no podemos evitarlo: no hay alternativa. Nacemos en una organización determinada, estamos condicionados por ella: podemos hacer algunas chapuzas por aquí y por allá, como en un barco que hace agua, pero no hay forma de rehacerla, no hay tiempo, tienes que llegar a puerto, o te imaginas que tienes que llegar. Naturalmente, nunca llegaremos. El barco se hundirá antes, créeme... Bueno, pues, si yo fuera así, Henry, si me sintiese tan seguro como él de que era un artista, ¿crees que me molestaría en demostrárselo al mundo? ¡Yo, no! No pondría ni un renglón por escrito; me limitaría a pensar mis ideas, soñar mis sueños, y dejar las cosas así. Tomaría cualquier empleo, cualquier cosas que me permitiera comer, y diría al mundo: “¡Anda y que te den por culo! ¡A mí tú no me impones nada! No me estás matando de hambre para demostrar que soy un artista. No, señor: sé lo que sé y nadie puede convencerme de lo contrario”. Me limitaría a arrastrarme por la vida, haciendo justo lo menos posible y divirtiéndome lo más posible. Si tuviera ideas válidas, ricas, jugosas, las disfrutaría todas solo. No intentaría hacérselas tragar por la fuerza a la gente. Me haría el tonto la mayor parte del tiempo. Sería servil, me colocaría a la altura del betún. Les dejaría que me pisaran, si lo deseaban. Siempre y cuando supiese con toda el alma que era de verdad alguien. Me retiraría justo en la mitad de la vida; no esperaría a ser viejo y decrépito, hasta que me hubieran machacado y luego me diesen el Premio Nobel... Sé que esto parece un poco disparatado. Sé que hay que dar forma y sustancia a la ideas. Pero estoy hablando sobre saber y ser y no sobre hacer. Al fin y al cabo, llegar a ser algo sólo para serlo... no sería nada divertido estar llegando a ser todo el vierto ¿verdad? Bien, supongamos que te dices a ti mismo: al infierno eso de llegar a ser un artista, sé que lo soy, me voy a limitar a serlo... entonces ¿qué? ¿Qué significa ser un artista? ¿Significa que tienes que escribir libros y pintar cuadros? Eso es secundario, me parece... eso es la simple prueba de que lo eres... Supongamos, Henry, que hubieras escrito el libro más importante jamás escrito y que perdieses el manuscrito justo después de haberlo acabado. Y supongamos que nadie supiese que habías estado escribiendo el gran libro, ni siquiera tu amigo más íntimo. En ese caso estaría como yo, que no he puesto ni un palabra por escrito, ¿no es así? Si los dos muriésemos en ese momento, el mundo nunca sabría que uno de nosotros fue un artista. Yo me lo habría pasado en grande y tú habías perdido tu vida.//
En aquel momento Ulric no puedo soportar más. //Es justamente lo contrario//, protestó. //Un artista no disfruta de la vida al eludir su tarea. Tú serías el que habrías desperdiciado tu vida. El arto no es una actuación de solista; es una sinfonía en la oscuridad con millones de participantes y millones de oyentes. El disfrute de una idea hermosa no es nada en comparación con el disfrute que proporciona darle expresión... expresión permanente. De hacho, es casi una absoluta imposibilidad dejar de dar expresión a una gran idea. Sólo somos instrumentos de un poder superior. Somos creadores por permiso, por gracia, por decirlo así. Nadie crea solo y por sí mismo. Un artista es un instrumento que registra algo ya existente, algo que pertenece al mundo entero y que, si es un artista, se ve obligado a devolver al mundo. Guardarse las ideas hermosas para sí mismo sería como ser un vistuoso y sentarse en una orquesta con los brazos cruzados. ¡Es imposible! Por lo que se refiere a ese ejemplo que has puesto yo compararía a esa persona con un músico maravilloso que hubiera estado tocando con la orquesta todo el tiempo, sólo que en otra habitación, donde nadie lo oía. Pero eso no haría que fuera menos partícipe ni le privaría del placer de haber seguido al director de orquesta ni le impediría oír la música que su instrumento emitía. Tu mayor error es el de pensar que el desfrute es algo gratuito, que, si sabes que eres capaz de tocar el violín, pues eso es igual que tocarlo. Es tan absurdo, que no sé por qué me molesto en discutirlo. Por lo que se refiere a la recompensa, estás confundiendo siempre reconocimiento con recompensa. Son dos cosas diferentes. Aunque no te paguen lo que haces, por lo menos tienes la satisfacción de hacerlo. Es una lástima que insistamos tanto en que se nos pague por nuestros trabajos: en realidad no es necesario, y nadie lo sabes mejor que el artista. La razón por la que lo pasa tan mal es porque elige hacer su obra gratuitamente. Olvida, como tú dices, que tiene que vivir. Pero en realidad eso es una bendición. Es mucho mejor estar preocupado con ideas maravillosas que con la próxima comida, o el alquiler, o un par de zapatos nuevos. Naturalmente, cuando llegas al punto en que tienes que comer, y no tienes nada que llevarte a la boca, entonces la comida se convierte en una obsesión. Pero la diferencia entre el artista y el individuo corriente es que, cuando el artista consigue efectivamente una comida, vuelve inmediatamente a su mundo ilimitado, y mientras se encuentra en ese mundo es un rey, mientras que tu estúpido hombre medio es una simple estación de servicio sin nada en los intervalos más que polvo y humo. Y, aun suponiendo que no seas un tipo corriente, sino un individuo acaudalado, que pueda entregarse a sus aficiones, sus caprichos, sus apetitos: ¿supones por un instante que un millonario goza de la comida o del vino o de las mujeres como un artista hambriento? Para gozar de algo tienes que prepararte para recibirlo; entraña cierto control, disciplina, castidad, podríamos decir incluso. Sobre todo, supone deseo, y el deseo es algo que tienes que alimentar mediante una vida recta. Hablo ahora como si yo fuera un artista, y en realidad no lo soy, sólo soy un ilustrador comercial, pero sé lo suficiente sobre la cuestión como para decir que envidio al hombre que tiene el valor de ser un artista: lo envidio porque sé que es infinitamente más rico que ninguna otra clase de ser humano. Es más rico porque se prodiga, se entrega todo el tiempo, y no sólo entrega trabajo o dinero o regalos. Tú no podrías de ningún modo ser un artista, en primer lugar, porque te falta la fe. Tú no podrías de ningún modo tener ideas hermosas porque las matas por adelantado. Niegas lo que hace falta para crear belleza, que es el amor, el propio amor a la vida, el amor en sí. Ves el defecto, el gusano, en todo. Un artista, aun cuando detecte un defecto, lo convierte en algo impecable, si puedo decirlo así. No intenta fingir que un gusano es una flor o un ángel, sino que incorpora el gusano a algo superior. Sabe que el mundo no está lleno de gusanos, aun cuando vea un millón o miles millones de ellos. Tú ves un gusanito y dices: “Mira, ¡fíjate qué podrido está todo!” No puedes ver más allá del gusano... Bueno, excúsame, no pretendía expresarlo tan cáustica ni personalmente. Pero espero que comprendas lo que quiero decir...//
//No te preocupes// dijo MacGregor viva y alegremente. //Es bueno conocer de vez en cuando la opinión de los demás. Puede que tengas razón. Tal vez yo sea excesivamente pesimista. Pero estoy hecho así. Creo que sería mucho más feliz, si pudiera ver las cosas com tú... pero no puedo. Además, debo confesar que en realidad nunca he conocido a un buen artista. Sería un placer hablar con alguno un día.//
//Bueno//, dijo Ulric, //has estado hablando toda tu vida con un sin saberlo. ¿Cómo vas a reconocer a un buen artista, cuando lo encuentres, si no puedes reconocerlo en este amigo tuyo?//
//Me alegro de que hayas dicho eso//, gritó MacGregor. //Y ahora que me has empujado hasta las cuerdas, reconozco que creo efectivamente que es un artista. Siempre lo he pensado. Por lo que se refiere a escucharle, pues... también lo hago, y muy en serio. Pero es que también tengo mis dudas. Mira, si le escuchara durante el tiempo suficiente, me hundiría. Sé que tiene razón, pero es lo que te he dicho antes: si quieres salir adelante, si quieres vivir, no puedes permitirte esas ideas. ¡Desde luego, que tiene razón! Me cambiaría por él en cualquier momento, por ese sinvergüenza con suerte. ¿qué he conseguido con todos mis esfuerzos? Soy abogado. ¿Y qué? Igual podría ser una mierda pinchada en un palo. Pues, claro, ni que lo jures: me gustaría cambiarme por él. Sólo que no soy un artista, como tú has dicho. Supongo que lo malo de mí es que no puedo soportar la idea de que soy un don nadie...//

miércoles, 28 de julio de 2010

kortatu - la cultura

para vosotros bohemios y culturetas. Esta es mi primera entrada a esta vuestra comunidad

jueves, 22 de julio de 2010

El profeta de Khalil Gibrán - Las leyes

Ya puse una vez un pequeño fragmento de este mítico libro "El profeta" del escritor libanes Khalil Gibrán en el blog, pero solo fué un fragmento del capitulo del amor. Hoy he decidido mostraros otro capítulo de este maravilloso libro, y para ello he elegido el cápitulo que habla de las leyes. 
Me parece bellisima la forma en que compara la libertad de los animales (no olvidemos que nosotros también somos del reino animal) con la condicional social que nos hemos impuesto.



"Dijo, entonces, un abogado. Pero, ¿qué nos decís de nuestras Leyes, maestro?
Y él respondió:
Os deleitáis dictando leyes.
Y, no obstante, gozáis más violándolas.
Como los niños que juegan a la orilla del océano y levantan, con constancia, torres de arena y, con risas, las destruyen luego.
Pero, mientras construís vuestras torres, el océano trae más arena a la playa.
Y, cuando las destruís, el océano ríe con vosotros. En verdad, el océano ríe siempre con el inocente.
Pero, ¿aquellos para quienes la vida no es un océano y las leyes de los hombres no son castillos de arena. Sino para quienes la vida es una roca y la ley un cincel con el que la tallarían a su gusto
¿Qué del lisiado que odia a los que danzan?
¿Qué del buey que ama su yugo y juzga al alce y al ciervo del bosque como descarriados y vagabundos?
¿Y la vieja serpiente que no puede librarse de su piel y llama a todos los demás desnudos y desvergonzados?
¿Y de aquel que llegó temprano a la fiesta de bodas y, cuando está cansado y harto, se aleja diciendo que todas las fiestas son inmorales y los concurrentes violadores de la ley?
¿Qué diré de ellos sino que están también a la luz del sol, pero dando al sol la espalda?
Ven sólo sus sombras y sus sombras son sus leyes.
¿Y qué es el sol para ellos, sino algo que produce sombras? ¿Y qué es el reconocer las leyes, sino el encorvarse y rastrear sus sombras sobre la tierra?
Pero a vosotros, que camináis mirando al sol, ¿qué imágenes dibujadas en la tierra pueden conteneros?
Y si vosotros viajáis con el viento, ¿qué veleta dirigirá vuestro andar?
¿Qué ley humana os atará si rompéis vuestro yugo lejos de la puerta de las prisiones de los hombres?
¿Y quién es el que os llevará a juicio si desgarráis vuestro vestido, pero no lo dejáis en el camino?
Pueblo de Orfalese, podéis cubrir el tambor y podéis aflojar las cuerdas de la lira, pero ¿quién ordenará a la alondra del cielo que no cante?"

lunes, 19 de julio de 2010

Jonh Lennon y las medias naranjas

Siempre he pensado muchas cosas que aún con el paso del tiempo permanecen inmutables en mi interior como columnas que sustentan las complicadas construcciones que hacemos los humanos en nuestro interior. Una de esas cosas es la perspectiva del amor en nuestra sociedad y como vivimos equivocados al pensar la necesidad de estar con otra persona a nivel afectivo.
No se en que momento de mi vida llege a leer a John Lennon y descubrí este maravilloso y popular texto que refleja claramente este pensamiento que ya tenia yo y que el escribio.

‘Nos hicieron creer que el ‘gran amor’, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.
Nos hicieron creer en una fórmula llamada ‘dos en uno’: dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto.
Cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy ‘enamorado de tí mismo, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien’.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… …aunque la violencia se practica a plena luz del día."

jueves, 8 de julio de 2010

Carta del jefe indio al presidente de Estados Unidos


En 1819 el piel roja Seattle envió una carta abierta –verdadero libro blanco de la ecología escrito antes de que la ecología existiera- a James Monroe, presidente de EEUU. En este texto, que seguramente conoces ya, lector, porque se ha convertido en manifiesto y bandera universal de los conservacionistas (entre los que me cuento), se dice cuanto cabe decir a propósito de un asunto en el que todos nos jugamos ni más ni menos que la vida. Reproduzco aquí ese texto sin guarnición ni aliño, a palo seco, porque él solo se alaba sin concurso de perifollos.
El guerrero Seattle, asombrosamente lúcido, asombrosamente emotivo y persuasivo, asombrosamente moderno, tiene la palabra. Es esta:
“El gran jefe de Washington ha mandado hacernos saber que quiere comprar las tierras junto con palabras de buena voluntad. Mucho agradecemos este detalle porque bien conocemos la poca falta que le hace nuestra amistad. Queremos considerar el ofrecimiento porque bien sabemos que, si no lo hiciésemos, pueden venir los rostros pálidos a arrebatarnos las tierras con armas de fuego.
“Pero ¿cómo podéis comprar el cielo o el calor de la tierra? Esta idea nos resulta extraña. Ni el frescor del aire ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría comprarse? Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. La hoja verde, la playa arenosa, la niebla en el bosque, el amanecer entre los árboles, los pardos insectos...son experiencias sagradas y recuerdos de mi pueblo. Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra cuando comienzan el viaje a través de las estrellas. Nuestros muertos nunca se alejan de la tierra, que es la madre. Somos una parte de ella y la flor perfumada, el ciervo, el caballo y el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre: todos pertenecen a la misma familia. Por eso cuando el gran jefe de Washington nos dice que quiere comprar las tierras, añade que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre ellos. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestra tierra. No es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros. Lo que pide es demasiado.”
“El agua cristalina que corre por los ríos y arroyelos no es solamente agua sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiésemos, Tendríais que recordar que son sagradas y enseñárselo así a vuestros hijos...También los ríos son nuestros hermanos porque nos liberan la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran los peces, y cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y recuerdos de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Sí, gran jefe de Washington:
“Los ríos son nuestros hermanos, y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y del alimento de nuestros hijos. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también suyos. Y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.
“Por supuesto que sabemos que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Tanto le da un trozo de tierra que otro, porque es como un extraño que llega de noche a sacar de la tierra todo lo que necesita. No la ve como hermana sino como enemiga. Cuando ya la ha hecho suya la desprecia y sigue caminando hacia delante, dejando atrás la tumba de sus padres. Le secuestra la vida a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devora la tierra dejando atrás sólo un desierto.
“No lo puedo entender. Nosotros somos de una manera de ser muy diferente. Vuestras ciudades hieren los ojos del hombre de piel roja. Quizá sea porque somos salvajes y no podemos comprender. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír durante la primavera el despliegue de las hojas o el rumor de las alas de un insecto. Quizá es que soy un salvaje y no comprendo bien las cosas. El ruido de la ciudad es un insulto para el oído. Y yo me pregunto: ¿Qué clase de vida tiene el hombre que no puede escuchar el grito solitario de la garza o la discusión nocturna de las ranas entorno a la balsa? Soy piel roja y no lo puedo entender. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del medio día o perfumado con aromas de pinos.
“El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento: La bestia, el árbol, el hombre, Todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira. Como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si le vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde incluso el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.
“Cuando el último piel roja haya desaparecido de esa tierra, cuando su sombra no sea más que un recuerdo, como el de una nube que pasa por la pradera, estas riberas y estos bosques todavía estarán poblados por el espíritu de mi pueblo. Porque nosotros amamos este país como ama el niño los latidos del corazón de su madre.
“Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendré que poneros una condición: Que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida.
“He visto millares de búfalos pudriéndose abandonados en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo, al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.
“¿Qué puede ser del hombre sin los animales? Si todos los animales desapareciesen, El hombre moriría en una gran soledad. Todo lo que le pase a los animales muy pronto le sucederá también al hombre. Todas las cosas están ligadas.
“Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarlas.
“Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurre a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo se escupen a sí mismos.
“De una cosa estamos seguros: La tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
“Todo lo que ocurre a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida, él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace así mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos.
“Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día: Nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar que ahora él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan. Pero no es así. Él es Dios de los hombres y su compasión se reparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña provocaría la ira del creador.
“También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. El hombre no ha tejido la red de la vida, pues sólo es uno de sus hijos y está tentando a la desgracia si osa romper esa red. Estamos bien seguros: Todas las cosas están ligadas como la sangre de una misma familia. Si ensuciáis vuestro lecho, cualquier noche moriréis sofocados por vuestros propios excrementos.
“Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios, que les trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Este designio es un misterio para nosotros, pues no entendemos porque se exterminan a los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con tantos cables parlantes.
“¿Dónde está el bosque espeso? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció...
“Así se acaba la vida y sólo nos queda la supervivencia:”

viernes, 7 de mayo de 2010

Un poco de poesía

Un poco Neruda aunque mucho más sexual, disfrutadlo.

Sé tú mi límite
Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tu acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.

Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.

José Ángel Valente

(si queréis leer un poco más http://amediavoz.com/valente.htm)

martes, 30 de marzo de 2010

La Reserva de palabras

La reserva de palabras es una iniciativa por mantener palabras que están en desuso o que por alguna razón, no se están utilizando en la sociedad actual, es decir, por un lado es una idea de volver a utilizar palabras que van a desaparecer, y por otro, es un lugar en el que revindicar que vuelvan a nuestras vida determinadas ideas o conceptos.

(Pincha aqui)

Podréis ver además un listado de personalidades que han apadrinado una palabra y porque lo han hecho, como Rajoy (apadrinando “Avatares”), Zapatero (apadrinando “Andancio”) o Llamazares (apadrinando “Coloniales”).

A mi me hubiera gustado apadrinar "Polivalente"

viernes, 19 de marzo de 2010

Holden Caulfield

Quizá lo más emblemático de este nombre sea que pertenece (como protagonista) al libro de Salinger (que en paz descanse) "El Guardián entre el Centeno".

No quiero hablar del libro en si, si no de este personaje, es un cuadro tan acertado de los "balas perdidas" de la mitad de los niños deskrria2 que no tienen un reberendo como Peter Pank.
Aún así, es el personaje más humano que he leido en muchos libros, incluso a veces se me parece al principito, si este tuviera 16 años y hubiera caido en Nueva york, Tokio o Paris, porque está claro que si hubiera caido en Bienquerencia del Caudillo lo mismo no tendría un Cadillac.

tengo un tractor amarillo.... que es lo que se lleva en los 90, odio los noventa, más los ochenta pero los noventa solo del 95 para delante.

Nada que os recomiendo este libro (aunque esté mascado por todos lados) y que vivan las camisas de franela.