Locuras matinales

Algún día de el 2006

Cruz invertida

Imágenes que percibes de imposible descripción. Dudo que lo entiendas,
tus tuercas nunca chocarán como las mías.
Demasiado oxido de comprensión, nueva visión del mundo.
Mundo inexistente donde solo habitan dos personas
hay poco arte al rededor por la suprema belleza que observas cuando estas allí.
Dos almas con forma de bici y una cadena llena de notas y colores
que la ayudan a deslizarse por los radios frustrados de oxido.
Un talento vocal solo cuando el alcohol salta por sus venas,
cuerdas vocales procurando tirantez y un desgarrado grito final.
Dibuja una cruz invertida y escribe "Nieztche" debajo
en honor a un interesado sublime, que no obtiene
libros para informarse, denegados por la sumisa mente del resto.

La chica rula por la acera con su paraguas familiar
sin fuerza suficiente para agarrarlo con decisión.
Reflejada en las manparas que cruza mientras moja sus pies
se pregunta la hora constantemente.
Mira las rayas rojas y negras de su jersei prestado y cree ver
todas las cicatrices de su aspero corazón.
Dibuja unas tiritas para colocarlas en esas infames grietas.
Una mirada tan limitada e invernal
tan satisfactoria como una penetración
un aprobio para el resto, un regalo para él.
La contingencia de un suceso
que quiere existir y eximirse de ciertas culpas.
La muchacha no quiere que sus sentimientos carezcan de vigor en un futuro,
lo aprecia tanto, lo quiere, ama ese mundo tan opimo.
No quiere quedar en el olvido, solo quiere robar su música.

Pseudo entendimiento deseado.